MIS RISAS Y MIS LLOROS TE RECUERDAN

Escribía Antoine de Saint-Exupery en el principito que "un amigo se torna importante para nosotros -y nosotros para él- cuanto somos capaces en su ausencia de reír o llorar, de sentir nostalgia, pena o alegría y en ese instante traerlo bien cerquita de nosotros".

Cuando me comunicaron la muerte de Mercé, los recuerdos salpicaron mi mente, invadieron mi espíritu y me hicieron recordar lo fugaz que es nuestra vida.

Sé que este último año ha sido una constante lucha contra un cáncer que poco a poco la ha ido consumiendo, pero ese cáncer que se la ha llevado no podrá diluir el enorme cariño que yo sentía por ella.

Es fácil recordar en estos momentos las bondades de Mercè, pero yo no quiero, seguro que ella tampoco lo querría, hacer de este artículo una loa edulcorada de su vida y su personalidad, me gustaría resaltar ese carácter suyo tan alegre, pero el aspecto de su personalidad que la hacia diferente era su enorme carácter para obviar los convencionalismos y las cosas superfluas de la vida.

Seguramente el mejor homenaje no son estas líneas, sino el recuerdo de ella que tendré presente toda mi vida, el recuerdo de una persona que creía en lo que hacía, una persona que hizo siempre las cosas para conseguir un mundo mejor, un mundo donde las cosas fueran mas justas, un mundo donde los mas débiles tuvieran oportunidades.

Mis risas y mis lloros te recuerdan y, como decía el principito, "junto todas los días pedacitos en una cajita bien adentro de mi corazón. Son mi tesoro y en los momentos tristes, armo los pedacitos para que los recuerdos de mis amigos me acompañen….

Te recordaré siempre……

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